lunes, 12 de abril de 2010

¡Y Arriba el Norte…c¡

En este texto no hablaré precisamente de la situación caótica que vive el norte del país, aunque es buena idea escribir sobre eso, el norte del país me duele, me duele que en este país tan maravilloso pasen cosas tan crueles gracias a las malas decisiones de nuestros gobernantes y a los intereses de los peces gordos que no sólo controlan las rutas comerciales de droga, controlan la vida misma de la gente.

Hablaré de un conciertin -que fui con Delian, Jerry, Berny y Jordi- del colectivo Nortec, bastante recomendables volverán a estar el 15 de mayo en el Lunario del Auditorio Nacional.

No hablaré más de ésto, les dejo mi texto, espero les guste... comenten :)

Poca gente en la ciudad, el viacrucis que diariamente padecen miles de “chilangos” abordo del transporte colectivo metro para llegar a su destino parecía sacado de un relato de ciencia ficción, pero una sensación digna de vacaciones escolares y laborales inundaba el ambiente hasta pasar por la estación del metro Hidalgo, en dónde había un conglomerado que tenía un destino… ver a San Judas Tadeo o el Santo de las Causas Perdidas –como ellos le llaman-.


El plan del domingo 28 de marzo no era precisamente ir al templo de San Hipólito, así que el metro siguió hasta el destino: metro Revolución. Al salir de la estación se veía un cielo que amenazaba con caerse, la muchedumbre parecía apurada, tenía que llegar al evento que en 20 minutos empezaría a espaldas del monumento a la Revolución.

En el trayecto hacía el lugar en donde se presentaría gratis el grupo mexicano de mayor presencia en música electrónica –según la revista Chilango- , dos coloridos borrachitos parecían dar la bienvenida, pero no, sólo estaban viendo el partido de futbol entre el Puebla y el América con gritos y narraciones, justo en medio de la calle, lo cual provocaba la mirada atónita de los extranjeros que habían hecho el viaje para ver a Nortec. A lo lejos se escuchaba la actuación del grupo Bomba Estéreo, quienes eran los encargados de calentar al público que llegó temprano a ver el cierre del Festival de México (fmx).

Antes de entrar al espacio designado para que se desarrollara el recital electrónico, los asistentes debían pasar por una cola inmensa, que al final, como “sólo pasa en México”, fue deshecha por un portazo y la gente pudo entrar sin mayor empacho.

Ya adentro, una mezcla de sonidos indicaba que Nortec Collective: Bostich + Fussible estaba empezando su actuación y el exquisito aroma de la yerba prohibida y algunas pastillas de colores hacían su aparición para complementar el evento. El sonido de algunos instrumentos característicos de la música norteña mexicana –como el acordeón y la trompeta- y otros más comunes como la guitarra complementaron a la gran consola de la cual emanaban sonidos plasmados en el LP Tijuana Sessions Vol. 3.

Los casi 15 mil asistentes y algunos vecinos que disfrutaron del concierto, desde la comodidad de su casa, vibraron cuando se interpretó la canción Dandy del Sur y en las pantallas apareció el camión escolar que se pierde en las olas del mar, que ha estado presente en todos los conciertos de Bostich + Fussible desde su origen en 2007, cuando se separaron de los otros dos colectivos de Nortec Clorofila + Hiperboreal.

Una hora y media de constante movimiento causado por las pegajosas y bien mezcladas melodías, hicieron redonda la tarde-noche que al principio parecía amenazada por el cielo gris y el viento fuerte. A ritmo de Tijuana Sound Machine, el colectivo de Baja California dio por terminada la vigésima sexta edición del fmx a espaldas del Monumento a la Revolución, que está en medio de una rehabilitación que terminará en junio próximo.

Los asistentes, con más calma que apuración, emprendieron la huida por la avenida Paseo de la Reforma, muchos con rumbo a algún sitio para seguir la fiesta y así comenzar con el pie derecho la semana de asueto que hoy termina.

domingo, 4 de abril de 2010

El Amo de Nueva Galicia: José Antonio Torres

En el año del bicentenario aprovecho para compartirles este trabajo de redacción, es sobre el caudillo José Antonio El Amo Torres, me parece interesante porque es un personaje del que casi nunca se habla... enjoy it.

El día que nací es conocido porque también se celebra a los muertos, 2 de noviembre, para ser exactos el año era 1775, en la localidad de San Pedro Piedra Gorda -hoy Manuel Doblado, Guanajuato- mis padres fueron Miguel de Torres y María Encarnación Mendoza, ambos mestizos.


A muy corta edad perdí a mis padres y salí de mi lugar de origen en busca de oportunidades pero a cambio de eso solo padecí hambre y estuve deambulando por Michoacán y Nueva Galicia como jornalero con un grupo de campesinos que ocupaban a las mulas como principal instrumento de trabajo.

Gracias a mi terquedad y a mi abstinencia pude subir de rango y fui conociendo a gente que en el futuro me ayudó en la mayor lucha de mi vida y que tiene que ver con la independencia, gran palabra.

Años después regresé a mi amado San Pedro Piedra Gorda como administrador de la Hacienda de Atotonilquillo y ahí conocí a mi Manolita, con quién me casé en 1788 y tuvimos a dos hermosas niñas y tres fieros varones –José Antonio y José Manuel, mis brazos en la lucha por controlar el bajío de lo que hoy se conoce como México-.

22 años después de que me casé, mi cuerpo volvió a sentir esa cosquilla cuándo me entere que un cura de Dolores había iniciado la sublevación de los campesinos en contra de la corona española, había tanto entusiasmo de mi parte, que decidí alcanzarlo en Irapuato y me puse a sus órdenes, el respondió nombrándome coronel y dejándome la encomienda de apoderarme de Guadalajara.

Mi primer enfrentamiento contra el ejército real fue a puertas de Guadalajara, yo contaba con un ejército de no más de 2 000 personas armadas con hondas, palos y muy pocas armas, pero con gran astucia nos deslizamos por el pedrerío que provocaban los cañones del ejército del general Villaseñor hasta encerrarlos y la reacción de éstos fue huir despavoridos.

A los alrededores, al enterarse de nuestra victoria, hombres de todos los estratos sociales se acercaron a nosotros con una finalidad, integrarse al ejército de liberación, a lo que yo accedí puesto que es más fácil vencer al enemigo con un ejército más vasto.



Los gobernantes españoles de la perla de occidente decidieron huir a Tepic y a Colima para protegerse de un golpe por parte de nuestro ejército insurgente; el 10 de noviembre de 1810 entramos sin ningún problema a Guadalajara y nuestra primera acción fue pactar con el ayuntamiento –que gobernaba en ese entonces- la liberación y empezamos a confiscar las propiedades de los ex gobernantes españoles.

En el mismo mes el generalísimo Miguel Hidalgo hizo una entrada triunfal en Guadalajara y le entregué el poder para seguir con la lucha hacía en norte a cargo de Ignacio Allende y después de Ignacio López Rayón, con quién fui a Saltillo y después en el regreso hacía Michoacán pude tomar Zacatecas.

Después de eso vino mi caída y el 4 de abril de 1812 con un ejército muy mermado fui detenido en Palo Alto cerca de Tupataro a manos del comandante López Merino.

En mi juicio el intendente de Guadalajara, José de la Cruz pronunció estas palabras: “habiéndole hecho traición al rey y a la patria, estás sentenciado a morir ahorcado y a que se descuartice tu cuerpo para después colgarlo en puntos específicos de Nueva Galicia”.

Después de eso, sólo recuerdo que el 23 de mayo ayudado de un sacerdote fui llevado al patíbulo para cumplir con mi sentencia.

Hoy sé que por decreto en 1829 nombraron a Zacoalco de Torres en mi nombre y que también se me conoce cómo el primer caudillo insurgente de Jalisco.

Reseña Crítica de Zona de Miedo

En 2003 el gobierno de los Estados Unidos de América, encabezados por el ex presidente George W. Bush, decidió invadir Iraq con la finalidad de frenar la supuesta política armamentista instaurada por Saddam Hussein, apoyados por fuerzas armadas de países aliados como Gran Bretaña, Dinamarca, Australia y Polonia, además del apoyo médico de Filipinas.


En medio de la controversia que provoca la guerra contra Iraq, Katheryn Bigelow -guionista, productora y directora estadounidense- presenta la película Zona de Miedo, ganadora de seis premios Oscar (entre ellos, el de mejor película).

La historia se desarrolla en el Iraq contemporáneo y muestra al público una realidad hollywoodense y maquillada de lo que hasta el día de hoy acontece no sólo en lo que algún día fue Mesopotamia, sino en todo el oriente medio, gracias a los intereses del imperialismo yankee y anexos.

En medio de la pobreza y el desorden social en los que viven inmersos los habitantes de la república islámica, el comando Bravo –sub rama del ejército norteamericano encargada de la inhabilitación de bombas- pierde a su sargento en jefe Matt Thompson (Guy Pearce) al intentar neutralizar una bomba. El reemplazo del sargento Thompson es el tenaz William James (Jeremy Renner), con experiencia en la guerra de Afganistán y experto en desmantelar explosivos.

Aventurero y desafiante son dos adjetivos con los que se puede describir la actitud del sargento James, quién en más de una ocasión pone en riesgo la vida de sus compañeros a causa del exceso de confianza que expresa el nuevo integrante del comando antibombas.

Éste filme ha recibido severas críticas por parte de los veteranos de guerra en Iraq y Afganistán, quienes la tachan de una exagerada parodia del trabajo que desempeñan día con día los elementos del Equipo de Desactivación de Explosivos (EOD por sus siglas en inglés).

El argumento planteado en ésta película resulta pobre, ya que enaltece las labores del ejército estadounidense y deja de lado los abusos que éstos han cometido contra la población iraquí, a quiénes los retrata como terroristas que ponen bombas en todas partes y las personas que buscan ganarse la vida honradamente tienen nexos con los grupos rebeldes, lo cual podría prestarse a un extenso debate.

Un acierto del largometraje se da al plasmar el miedo y la desconfianza que manifiestan las fuerzas armadas de la gran potencia americana contra todo individuo que se que acerque a ellos, puesto que se ha vuelto un comportamiento cotidiano en el país asiático por parte de los soldados y los actuales líderes políticos; Bigelow atina totalmente con la repulsión que provocan los miembros del US Army a la población iraquí, quienes lejos de estar mejor, viven dentro de una nube caótica y manchada de sangre inocente gracias al deseo de dominación por parte de la nación que ama y vive de la guerra.